¡Ay lo que cuesta perder! y cuanto más si sabes que cuando no te eligen la culpa la tienes tú. Por no saber traspasar a tus potenciales clientes que, lo que van a adquirir, es una herramienta que tiene que hacerles vender más. Y en esto, Salesforce no es la mejor, sino la única.
Si en medio de la negociación, ellos se inclinan por observar el precio como el factor determinante, estamos perdidos. Y no solamente perdidos porque vayamos a dejar de ganar un cliente, sino porque ya no hay manera de hacerle ver a esa empresa que en realidad lo tuyo «cuesta más dinero» porque «trae más dinero» a esa organización.
Un CRM que se implánta rápido, que es bueno y que es barato puedes tenerlo. De hecho puedes gastarte en su implantación lo mínimo posible, pero claro, las funciones estratégicas quedan muy limitadas. Las únicas combinaciones posibles de estos tres atributos, son así:
SI ES RÁPIDO Y BUENO, NO ES BARATO
SI ES BUENO Y BARATO, NO ES RÁPIDO
SI ES BARATO Y RÁPIDO, NO ES BUENO
Claro que puedes gastarte poco en implantar un Salesforce, y entonces tendrás un sistema que cubre necesidades «key» de forma rápida. Pero siempre con campo de mejora para muchas cosas más… Y claro que puede ser bueno y ayudarte a generar negocio muy rápido. Pero ahí es donde «la pela» se pone más a riesgo. También es verdad. Ahí es donde debes «hilar fino» y hacer ver al futuro comprador que es una inversión y no un gasto. ¡Gran reto!
Un gasto es comprar Excel para gestionar la estrategia de ventas. Un gasto es ver un CRM como una base de datos bonita. Un gasto es tenerlo parado sin hacer nada (mal de muchos). Un gasto es no incorporar esa estrategia al equipo. Un gasto es gastar poco ahora para gastar más, más adelante. Un gasto es implantarlo por tu cuenta…y eso a la larga ni es barato ni es rápido ni es bueno.
¡Qué sencillo es casi siempre, hacer entender esto a tus clientes!. Pero que complicado es a veces, reducir un CRM a su precio. Qué error, más bien.
Salesforce no está en el mercado del lujo. No es un bien sobrante que solo se permiten algunos. Es la mejor herramienta aliada para hacer negocio y acelerarlo. A la larga, ninguna empresa «sufre» el dinero que cuesta. Ni muchísimo menos…
